martes, septiembre 23, 2014

Los principales errores de los novatos en un gimnasio

En un gimnasio hay tres momentos claves: Enero, Mayo y Septiembre.
En estos meses es cuando cantidades ingentes de inútiles genéticos deciden que estaría bien ser como El Chuache, y se apuntan a un gimnasio. Digo apuntar, que no ir, y digo ir, que no entrenar.

En Enero, todos los que se han puesto ternescos a base de polvorones deciden ir a "bajar la barriguita".
En Mayo, hay avalancha de los que quieren en dos meses hacer lo que no han hecho en todo el año. Son los conocidos como pre-playas.
En Septiembre, todos los que han fracasado en la playa, moviendo las lorzas, deciden cambiar su aspecto en apenas tres meses, y sin esfuerzo.

Y digo tres meses porque es la media que suelen estar apuntados todos estos sujetos. La industria del fitness, que es una industria, y por lo tanto se basa en las ventas, lo sabe.
Por eso no encontraréis programas de entrenamiento a menos de 12 semanas. Todos se van a las 12 semanas. Se sabe que el usuario medio se cansa antes de ese límite, por lo tanto, el fracaso siempre se debe a la no constancia del cliente, no a que el producto sea malo.

Un plan de entrenamiento serio, aunque debe mostrar resultados en 12 semanas, debería mantenerse de 6 meses a un año para mostrar cambios importantes, y lo que es más importante, crear hábitos saludables más allá de modas.

Que es en lo que se ha convertido todo esto. En una moda. La gente va al gimnasio a pasar el rato, a menear la botella de agua y a mostrar los modelitos.

Analicemos los prototipos de lo que acude en estos días a hacer como que hacen algo.

En primer lugar tenemos al adolescente de 50 kg al que nadie le ha dicho que no debiera entrenar con pesos hasta que no estuviera formado. Y con esto me refiero no solo al esqueleto, sino a tener dos dedos de frente. Se visten con camisetas de jugadores de la NBA que no han visto jugar en su puta vida. Algunos hasta llevan gorras. Se junta dos o tres y siempre hay alguno que va de enteradillo, soltando frases como : "hoy hacemos lo de..." "o lo de ...".

Vamos con los tipos de 50 para arriba que la última vez que hicieron deporte fue en el recreo de pre-escolar. Y eso se nota. El que no está gordo completo, tiene el síndrome del flaco-gordo (delgado excepto en la barriga, que parece que esté ya de 5 meses).
Por alguna extraña razón, y después de las vacaciones, han decidido que este va a ser el año de su salto físico cualitativo hacia el culturismo profesional. Eso sin tener en cuenta que con 20 ya no tenían aspecto atlético, con 30 daban pena y con 40, asco.
Se han ido al Decathlon a comprarse todo el equipo: las puñeteras mallas, donde se embuten para marcar paquet, la camiseta fosforito, que hay que ponerse gafas de sol cuando pasas al lado. No falta la botella en la mano, de la que van bebiendo justo en el momento en que ya entran en la sala. Coño, si aún no has hecho nada ¿ya tienes sed?

Los tontitos que van con la novia. Básicamente la chica en cuestión es la que quiere apuntarse, a hacer el payaso con las cosas esas del zumba, requetezumba, bodypump, bodypollas y similares. Y al tontito no le queda otro remedio que ir para allá. Suelen ser tíos flacuchos, anti-atléticos, calvorotas, y con aspecto triste en general. Macho, si no tenías ganas, haberte quedado en casa jugando a la play. Ni qué decir tiene que su entrenamiento deja bastante que desear.
A veces existe la modalidad donde el tontín hace de entrenador de la fémina, como si tuviera idea.
Sugerencia: No dejéis que os entrene un tipo de 50 kg con barriguita.

Por último, las chicas que van a lucir el modelito. Está de moda ir, así que hay que hacerse con toda una gama de conjuntos sexys. Eso de ir en pantalón de algodón y camiseta ancha es ordinario.
Tampoco hacen ni el huevo, pero yo estoy a favor de estas, porque no se acercan a la zona de pesos libres y si están buenas, te alegran la vista. Aunque tampoco es bueno que mientras uno entrena, la sangre se vaya a donde no debe ir, que te pones malísimo.

¿Y por qué este repaso a estos elementos?

Porque todos ellos sin excepción fracasan en su intento de mejorar su condición física.

Hay tres puntos que son las bases de una mejora física.

1) Un correcto entrenamiento
Aquí fallan casi todos. La mayoría van al gimnasio a "hacer algo". No tienen ni puta idea de lo que hacen, ni por qué lo hacen. Y los más importante, no saben ni lo que quieren hacer. Y los monitores tampoco se preocupan.
Hay que tener objetivos, que sean realistas. La mayoría cuando te preguntan, te dicen eso de "yo no me quiero pasar y ponerme muy grande". No , tranquilo, si eso no va a pasar.
¿Qué te piensas, que El Chuache llegó un día, se lió con las series, hizo dos más y salió así?

Hay que saber qué se quiere, y a partir de ahí, investigar, aprender de quien sabe y probar. Y siempre intentar mejorar.

2) Una buena dieta
La dieta es más importante aún que el gimnasio. Con frecuencia se ve a los pamplinas de turno, que salen por la puerta y se van a tomar cervezas y a echar un pitillo. Malamente.
Una vez más hay que estudiar, aprender y crear buenos hábitos de alimentación. Deja los bollos, gordaco.

3)Dormir bien
Tus músculos no crecen ni se fortalecen mientras entrenas, sino cuando descansas por la noche, que es cuando generas la hormona del crecimiento (esa que le inyectan al Monguer).
Necesitas dormir lo suficiente, entre 6-8 horas. Si no, tu cuerpo sube el nivel de stress, genera la hormona del stress, el cortisol, y esta hormona se zampa los músculos en un plis.
A este punto no llegan ninguno de los especímenes anteriores, que fracasan generalmente en el punto 1.

En siguientes post daré más consejos de entrenamento, dietas y cómo no hacer el ridículo en el gimnasio.



miércoles, septiembre 17, 2014

Trilogía del Señor de la Guerra

Hace poco descubrí una trilogía de libros que cuenta una historia que todos hemos visto en alguna peli clásica: La historia del Rey Arturo.
Pero no tal y como la conocemos, con caballeros torpedos de brillante armadura en el sigo XIV.
Esto se acerca más a "La última Legión" , que situaba a Arturo como un romano en el siglo V.

Según explica el autor, Bernard Cornwell, no existe registro de un rey llamado Arturo en Britania, pero sí existen multitud de hechos de que un Arturo, Arturus o Arthurus  vivió en esa época, y que fue suficientemente popular como para dar origen a la leyenda.

El acierto de los libros, para mi gusto, es la descripción de una Britania abandonada a su suerte por los romanos, con constantes invasiones de los sajones y abocada a una guerra civil entre la multitud de reyezuelos existentes.
También aparece Merlín, como un druida viejuno y un tanto cabroncete, que ayuda a Arturo en tanto que este le es de ayuda para sus propios designios.
La historia la cuenta en primera persona uno de los supuestos caballeros de Arturo, educado por Merlin, y en ella nos van apareciendo personajes que a todos nos suenan.

Vemos la decadencia de todas las construcciones romanas, el día a día en aquella época, la magia de los druidas, todo pasado por un tamiz de realidad. Es decir, Merlin no es un Gandalf de la vida que va por ahí echando hechizos.
Toda la supuesta magia de Merlin queda a sujeta a las ganas de creérsela de los que le acompañan.
Es decir, Merlin no hace que surja la niebla, sino que cuando la niebla surge, Merlin dice que es debido a la magia de la antigua Britania. Y todos a callar el boquino.
También vemos el papel de la expansión del cristianismo en la historia de Britania, el proceso de aniquilación de los antiguos druidas y la sustitución de las creencias por otras "nuevas".

Y como en todas las historias, tiene que haber un malo. Y aquí le cogemos un ascazo a Lancelot que lo flipamos. Todo esto sin romper la leyenda en la que sabemos que Lancelot era un famoso y valiente caballero de Arturo, que al final se fockaba a Ginebra, la tía puta.

Pues famoso sí, pero valiente, va a ser que no. Un hioputa es lo que es el tipo, un cobarde de la pradera. Es la némesis perfecta de Arturo, a quien vemos como un tipo excesivamente recto, siempre pendiente de cumplir sus promesas, hasta que de repente se da cuenta de que pertenece a la ganadería de Vitorino Martín.

Batallas, saqueos, amoríos, pactos y más pactos, pero todo ello en el marco del contexto histórico y sin contradecir la leyenda.
Muy recomendable lectura, sí señor.





domingo, septiembre 14, 2014

Le vamos a echar de menos (ya lo estamos haciendo)

Hace ya bastante tiempo, cuando Alfredo Di, ya terminando su ciclo en el Madrid, fue a ver a Bernabéu a pedirle que echara a Miguel Muñoz, ocurrió algo sorprendente por estos lares, y no tan sorprendente en Inglaterra: Bernabéu a quien echó fue a Alfredo.

Lo decía también Sir Alex Ferguson, también conocido como "el viejo del Manchester" : " No hay que darle poder a los jugadores, el entrenador manda y el que no entre por el aro, fuera".

Cuando según el Marca (es decir, la novia del Toportero), el propio Toportero y el Beckenbauer de Camas -Camenbauer- se reunieron con Floren para decirle que o echaba a Mou o se iban ellos, la respuesta y el mensaje mandado debería haber sido otra.

Sin embargo, Floren puso la cabeza de Mou a disposición de todos, con gran algarabía de la prensa "madridista" y de los piperos (sector Facundo del Bernabéu).
Nunca se vio una persecución mayor a un entrenador, por el mero hecho de no dejar medrar a la prensa en sus decisiones. Todavía recuerdo le "encuesta" del As de Relaño, poniendo como peor fichaje de la Liga al recién llegado Modric, fichado por Mou, y el mejor, Alexander Song.
No hay más que ver donde anda cada uno ahora mismo.

Tengo que decir que nada más llegar, Ancelotti me sorpendió. Sus decisiones no dejaron de ser muy coherentes: mantuvo al equipo que había montado Mou, incluyendo al portero más en forma de los dos, Diego López.
Pero la chorrada de darle al Topor Copa y Champions casi cuesta la final, como se vio contra el Atletico.

Para mí el problema del Topor no es que esté en baja forma, que lo está, ni que no haya mejorado ni un ápice sus puntos flacos desde que empezó a jugar en primera división.

El problema de este tipo es que cuando se ve suplente, no aguanta el tirón, trabaja el doble e intenta convencer a su entrenador de que él debe ser el titular.
Que nadie me venga con el rollo patatero de que Mou lo sentó por tema personal, porque no es cierto. Y ahí están las hemerotecas para demostrarlo.

Este supuesto madridista se pasa los dos años siguientes usando a su novia y a los periolistos afines para filtrar noticias, para malmeter contra el entrenador y los compañeros que están con Mou.
Así, el Madrid pasa de "necesitar un entrenador que siente a las vacas sagradas" -titular del marca-
a "no se puede sentar al más mejor portero del mundo".
Aunque el más mejor portero del mundo no pare ni un taxi.

Después de repetir el año pasado en cada rueda de prensa que "si la cosa no cambiaba, se iba", al que le han enseñado el camino de salida es a Diego López, un tío que no ha dicho una palabra más alta que otra, que ha aguantado la presión mediática como pocos y que entrena más, mucho más que el Topor.

Como el Topor dijo que se iba a ir, el Madrid ficha a un muy buen guardameta, Keylor Navas el Pachacuti.
Pero resulta que llega el verano y el Topor se encuentra conque no hay ningún equipo que le pague lo que cobra aquí, ya que todos han visto el pedazo de Mundial que se ha marcado, amén de la final de Champions.
Y claro, el que tiene ofertas es Diego, al que le muestran el camino de salida. Una vez más, en España, el trabajador sale perdiendo, y el pelota que medra entre sus amiguetes, se queda con el puesto.

La primera decepción con Ancelotti me la llevo cuando dice que "Diego se ha ido porque ha querido". Mentira.
La segunda es cuando permite que le configuren el equipo totalmente y se carguen la plantilla de Mou.

Y nos plantamos en la tercera jornada, donde al Madrid le han tirado a puerta 7 veces y le han hecho 6 goles. El ratio de paradas del más mejor portero del mundo es espectacular.
Las salidas por alto son de traca, la defensa anda más que loca porque el que tiene detrás no transmite más que inseguridad.
Y Ancelotti, que parece que está haciendo un curso acelerado de marqués, no se atreve a quitarlo y a poner a Pachacuti, no sea que las hordas amigas del Topor se le echen encima.
Si forzaron a que se fuera Mou, que tenía más cojones...pensará el nuevo Del Bosquetti.

Resultó gracioso ayer ver como después de que el público del estadio le pitaba en cada ocasión en que tocaba bola, los comentaristas del plus decían que eran "cuatro silbidos" o que "iban dirigidos al delantero del Atleti". Es decir , seguimos justificando al amiguete.

Mientras tanto, en Londres, los Blues ya llevan pleno de victorias...


viernes, septiembre 12, 2014

Yo construí este castillo!