jueves, octubre 30, 2014

The Equalizer. El tito Denzel en el Leroy Merlín

El tito Denzel, más chulo que un ocho

Anoche estuve viendo la última de uno de los pocos titos que quedan en funcionamiento, Denzel.
Del mismo director que Training Day, Antoine Fuqua, con quien ya hizo buenas migas, y eso se nota.
Decir que la peli funciona fundamentalmente por el tito y buen hacer. Ya veréis que la trama es algo que ya se ha visto en numerosas ocasiones.

La peli está basada en la serie de televisión homónima (de igual nombre, para los de la LOGSE) de los 80. Contaba las aventuras de un ex-agente de inteligencia británico que vivía en Nueva York y se dedicaba a ayudar a la peña, en plan Equipo A, pero más serio.

Con esta premisa, vemos como empieza la cosa. El tito va a trabajar a una especie de Leroy Merlín, es amable con los compañeros, paga sus impuestos, ayuda en lo que puede, se hace amigo de prostitutas rusas...vamos, lo normal que hacemos tú y yo en una jornada de trabajo.

El tito lee libros, pero no libros de mierda de ahora, como los Crepúsculos, las Sombras de Grey y los Juegos de Truños. No señor, el tito lee El viejo y el mar, Don Quijote, el Hombre invisible. Esto nos sirve para marcar una distancia de edad del personaje con todos con los que se relaciona. Vamos, que el tito no se está haciendo más joven precisamente.

Con todo esto nos plantamos en la escena en la que el tito ve como los rusos le miden el lomo a su amiga rusa, y se le infla la vena.
Y cuando parece que el jefe ruso le ha humillado en su intento de salir del problema con pasta, el tito saca la mano a pasear y les da una somanta de hostias que lo flipas.

Pero los rusos no controlaban solo prostitutas, sino que eran mucho más. Con lo que se arma la de Dios es Cristo.
El tito no es un vulgar currela del Leroy Merlíon, sino un ex-agente de la CIA. Y menudo agente. Mata más que el cáncer.
Se ve que cuando se retiró, tuvieron que contratar a doscientos más, para seguir teniendo el mismo poder destructivo.

Así que los rusos matan, y el tito mata más, y pin,pan, se los va cepillando. Además, con inventiva, a lo bricomanía, Nada de usar pistolitas. Con un taladro y un martillo, os voy a enseñar como abrimos en canal a un par de rusos.

Al final, como debe de ser, el tito vence (ojo a la escena final, molando como sólo el tito y poquitos más pueden hacerlo) y empieza a hacer lo que hacía el personaje en la serie: contesta anuncios de gente que necesita ayuda.
Vamos, que se queda preparada por si al tito le apetece The Equalizer 2.

Ni qué decir tiene que esto se lo hemos visto a nuestro actor coletudo favorito, Steven Seagal, no menos que una docena de veces.
El ex-algo retirado al que le inflan los huevos y vuelve al tajo.

En esta funciona como ya he dicho, primero por el tito, segundo porque la dirección, sin llegar a ser la de Training Day, funciona bastante. Y la integración con la musiquita, impecable. Tiene momentos chulería +25 porque sí, porque soy el tito y puedo. Y poned la musiquita mientras todo explota a mi alrededor, y yo camino a cámara lenta.

Dos horas que no se hacen largas en absoluto. El tito Denzel no me debe los yuros de la entrada.

1 comentarios:

Despobauin dijo...

Pero que puta mierda de crítica es ésta? Si me has contado la película entera. El Noir se ha quedado sin mi dinero.

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